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Lo que contamina un coche eléctrico

Clemente Alvarez

El País. EcoLab, laboratorio ambiental, 10 de marzo 2010


Uno no piensa en ello cuando está llenando el depósito de la gasolina y observa cómo cambian a toda prisa los números en el surtidor, pero nuestro coche de motor de combustión interna es una máquina muy poco eficiente. De toda la energía metida en el automóvil en forma de carburante, en realidad sólo se aprovecha para el movimiento de las ruedas un 25%. El restante 75% se pierde en los rozamientos dentro del motor o por las características termodinámicas del motor de explosión. Y luego está el problema de las emisiones de CO2 , que no dejan de subir en el sector del transporte, el de la contaminación del aire, el del ruido…

¿Qué pasa con el coche eléctrico del que tanto se habla? Abramos el capó de estos vehículos y hagamos una inspección ambiental de los motores eléctricos.

La eficiencia del motor eléctrico

Como explican en el artículo Análisis energético y económico del vehículo eléctrico, publicado en Cuadernos de Energía, Francisco Laverón, Miguel Ángel Muñoz y Gonzalo Sáenz de Miera, dos economistas y un ingeniero de la compañía Iberdrola, si bien la eficiencia de un motor eléctrico es muy superior, para poder compararlo con uno de gasolina se debe tener en cuenta todo el proceso que va desde la planta eléctrica hasta las ruedas; es decir, desde que se “introduce” energía (en forma de carbón, gas, viento, rayos de sol…) en una central para generar electricidad hasta que esa electricidad es transportada, cargada en la batería y utilizada para mover las ruedas del automóvil. Evaluado de esta forma, el balance energético del coche depende principalmente de dónde haya salido la electricidad: una central térmica puede tener una eficiencia superior al 50% (lo que significa que aprovecharía más de un 50% de la energía contenida en el combustible utilizado), pero en el caso de las renovables se considera una eficiencia del 100%, dado que no importa perder energía cuando se trata de viento o rayos solares.

Hechos todos los cálculos, los autores del artículo concluyen que con un coche eléctrico puro (BEV) se consigue una eficiencia de un 77% si la electricidad procede de fuentes renovables y de un 42% si procede de un sistema de generación eléctrica basado en gas natural. Es decir que, en el peor de los casos, con una cantidad de energía equivalente un coche eléctrico podría recorrer casi el doble de kilómetros que uno de gasolina. Esto, al menos, desde el punto de vista de la eficiencia energética.

Los dos economistas y el ingeniero estiman también que la eficiencia del coche híbrido enchufable (PHEV) está entre el 31 y el 49%, y citan un informe muy interesante del Instituto Tecnológico de Massachusetts que prevé que el coche eléctrico (BEV) del año 2035 consuma un 19% de la energía utilizada por el coche de gasolina convencional de hoy y un 31% de la energía utilizada por el coche de gasolina del año 2035 (Estudio del MIT).

Las emisiones de un coche enchufado a la red

Un coche eléctrico no tiene tubo de escape por el que salgan emisiones, pero no está libre de contaminantes o de CO2: de nuevo depende de dónde haya venido la electricidad, pues estas emisiones sí pueden ser generadas en las centrales eléctricas que utilicen combustibles fósiles (lo que no ocurrirá en instalaciones renovables o plantas nucleares).

Se supone que si un vehículo es más eficiente, consumirá menos energía y generará también menos CO2 por kilómetro. Sin embargo, hace unas semanas, un informe para toda Europa de Greenpeace, Amigos de la Tierra y Transport&Environment (resumen en español/informe en inglés) alertaba de que, si la electricidad de un coche eléctrico procede de una planta de carbón, se habrá generado tanto CO2 o incluso más que los 184 gramos por kilómetro emitidos de media en Europa por un automóvil de pasajeros de gasolina  (según los ecologistas, 160 g/km en emisiones directas salidas del tubo de escape y cerca de un 15% en emisiones indirectas causadas por la producción y el refino del petróleo).

Pero, si bien este informe ha sido elaborado para el conjunto de Europa, la tendencia en un país como España parece ser justo la contraria. ¿Cuánto CO2 emitiría un coche eléctrico que se enchufe ahora a la red eléctrica del país? Como recalcan estos expertos de Iberdrola, hoy en día las emisiones medias del sistema eléctrico español se sitúan(1) en 300 gramos de CO2 por kWh producido, por debajo de las de un ciclo combinado de gas natural. Con estas emisiones, un coche eléctrico emitiría(2) unos 45 gramos por kilómetro recorrido: bastante menos que uno de gasolina.

Además, si se cumple la legislación europea, en el año 2020 al menos un 40% de la producción eléctrica debe provenir de fuentes renovables y, de acuerdo a los cálculos de Laverón, Muñoz y Sáenz de Miera, entonces las emisiones de un coche eléctrico se situarían en algo más de 3 kilogramos de CO2 por cada 100 km (30 gramos por kilómetro), una quinta parte de las emisiones de un vehículo de gasolina actual.

Ruidos y atascos en las ciudades

Pese a todo, por muy eficiente que sea, un motor eléctrico no deja de ir dentro de una carrocería de automóvil y lo que no puede evitar esta tecnología son los atascos de las ciudades y los problemas de movilidad asociados a las cuatro ruedas. Eso sí, estos motores no generan contaminación acústica: los atascos serán silenciosos.


(1) Según el avance de Red Eléctrica para 2009, la producción eléctrica peninsular fue de 251 TWh con unas emisiones de 75 M t de CO2

(2) Para un coche eléctrico con un consumo de unos 15 kWh /100 km.

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