Entrevista a Luis Antonio González, profesor de la Universidad de La Laguna.
Carlos S. Beltrán. Las Palmas de Gran Canaria.
Luis Antonio González, doctor en Química por la Universidad de La Laguna (ULL), participó ayer por la tarde en la jornada sobre el reto del cambio climático en la cámara de Comercio de Las Palmas.
— Algunos científicos siguen poniendo en entredicho al cambio climático. ¿Qué opina al respecto?
Los cambios en el clima por la acción humana son un hecho actual, una realidad. Hay más de mil artículos científicos que certifican la relación causa-efecto entre la emisión de gases y los cambios en el clima. Es la mayor confluencia de científicos, en torno a un mismo tema, de los últimos 50 años.
— ¿Qué factores, aparte de la emisión de gases, están implicados en el cambio climático?
Estas modificaciones en el clima están alterando el planeta entero y están directamente ligadas a la forma de vida de la sociedad actual. A esto hay que sumarle la revolución científica y el boom demográfico que se avecina. La tierra no tiene suficientes recursos naturales ni alimenticios como para soportar a 9.000 millones de personas, tal y como está estimado que ocurrirá. Estos comportamientos chocan frontalmente con la supervivencia del planeta. Los cambios que se están viendo en el clima son la manifestación del planeta a la explotación a la que está sometido. El clima se está radicalizando y ese será el camino, si no se pone remedio.
— En cuánto a Canarias, ¿qué futuro se puede esperar?
El aumento de la temperatura ya es un hecho contrastable. La subida se ha reflejado también en el mar. En cuanto a las precipitaciones, estás serán cada vez menos abundantes y menos frecuentes. Aunque el agua no afecta tanto a Canarias como a otras regiones gracias a las plantas de desalación. Aun así será un problema. La falta de precipitación llevará a un aumento de la dependencia alimenticia de las Islas. El incremento de la temperatura llevará a la formación de más huracanes. Todo esto incidirá de manera directa en el proceso de desertización que viven las islas y se traducirá en una disminución de las especies.
— ¿Existe alguna vinculación entre el cambio climático y la proliferación de los incendios?
No me había planteado esta posibilidad hasta este momento de una manera tan directa pero sí. Los incendios son parte de los efectos de la subida de la temperatura a causa del efecto invernadero y de la ausencia de precipitaciones. A los incendios vividos en las Islas se suman los grandes incendios que arrasan América del Norte y Asia. Esto debería hacernos recapacitar.
— ¿Cree qué estamos a tiempo?
Es hora de abordar cuál es el papel de cada uno de nosotros en este proceso de cambio. El movimiento debe ser a nivel supranacional, marcando unas directrices para paliar y reconducir esta situación climática antes de que sea demasiado tarde. Hay que afrontarlo como un reto personal y aceptar que nos enfrentamos a un problema de índole global. Esto no excluye que podamos abordarlo desde una perspectiva individual.
— En ese sentido, ¿qué puede hacer un ciudadano de a pie?
Hay una infinidad de posibilidades y maneras de contribuir a paliar el cambio climático de manera individual. Desde cambiar las bombillas corrientes por halógenos, pasando por el reciclaje de todos los productos y embalajes. Sobre todo hay que concienciarse sobre el uso racional de la energía y el agua. Si todos cumplimos estas premisas su efecto será notorio en la reducción en la emisión de los gases de efecto invernadero.
— ¿Qué papel juegan los países en todo esto?
A la intervención individual debe sumarse un compromiso de los países y los entes supranacionales si la lucha quiere ser efectiva. Realmente hay que hacer una apuesta clara y rotunda por las fuentes de energías limpias o renovables. El principal objetivo debe ser la disminución del dióxido de carbono en la atmósfera. Además económicamente es viable e interesante para los emprendedores. Por otro lado, sirve para diversificar la economía y crear empleo entorno a las empresas renovables. Si nadie afronta el problema este no desaparece solo.
— Entre los efectos del cambio climático, usted señala a la salud. ¿Qué problemas afronta Canarias en esto?
La salud ya se empieza a ver afectada por el cambio en el clima y la subida de las temperaturas. En Canarias los mayores y los niños acaparan todo el riesgo ante esta subida. Las patologías respiratorias se harán más frecuentes y cada vez más graves. Además, el aumento de la temperatura variaría el campo de incidencia de las enfermedades.