El culo y las témporas

El Mundo.es

Blog Tierra

Por Joaquín Araújo

«Para formular cualquier ética satisfactoria de las relaciones humanas será esencia reconocer las necesarias limitaciones del poder de los hombres sobre el medio no humano y las deseables limitaciones de los poderes de unos hombres sobre otros.» Bertrand Russell

El secretario general de la Conferencia Episcopal, Juan Antonio Martínez Camino, durante la rueda de prensa que ofreció para presentar la campaña contra el aborto. | EfeEl secretario general de la Conferencia Episcopal, Juan Antonio Martínez Camino, durante la rueda de prensa que ofreció para presentar la campaña contra el aborto. | Efe

Con impecable contumacia, los obispos  españoles, vuelven a confundir el culo con las témporas. Se extravían desde el primer momento al querer llamar la atención a toda costa como anticipo de un mensaje. Su método es casi idéntico al de los contenidos sexuales de tantas y tantas incitaciones al consumo. No parece acorde a sus señas de identidad que, los representantes de una de las muchas formas de trascendencia que nos acompañan, utilicen los mismos métodos que usan las publicidades comercial, política o artística.

Los fines y los medios deben coincidir para que podamos identificar a una ética medianamente aceptable. No menos, sino todavía mucho más, si nos acordamos de la todavía pendiente ampliación de los horizontes de la moral, tan en boca de los obispos, hasta todo lo que contienen precisamente los horizontes, es decir a la vida no humana, sus ciclos, procesos y escenarios, de los que invariablemente dependemos.

Ahora los obispos dice que también importan los otros seres vivos, pero en la práctica se mantiene y muy activa la arrogancia del monoteísmo judeo-cristiano hacia todo lo no humano, sobre lo que, por mandato divino, se tiene derechos sin limitación alguna. De ahí la cita que preside estas palabras. Pero en esta campaña sobre todo hay dos trampas. La primera es que la Naturaleza y sus inquilinos en absoluto reciben una protección digna de esa palabra en nuestro país. A pesar de la preocupación y los casi dignos presupuestos que goza la cría en cautividad del lince, aquí y ahora lo espontáneo es permanente víctima de los modelos productivos, la contaminación difusa, atropellos, venenos, cepos, lazos y de los muchos cazadores nada deportivos… Más de 100 millones de víctimas anuales. Sin olvidar las decenas de miles de muertes prematuras de humanos derivadas de la contaminación. Es más, el número de los animales protegidos por ley en España y que aún así mueren -entre los que figuran todos los años no menos de veinte linces- no baja de los diez millones.

Falso, pues, el pretendido agravio comparativo. Aquí ahora lo que sí es masivo y constante es la destrucción de la continuidad de la vida en su conjunto.

La campaña (linces/abortos) resulta incluso escasamente ética cuando parte de uno de los poderes más activos de nuestra sociedad que no se resigna a contemplar límites para sí mismo.

Lo más falaz, en cualquier caso, es la comparación. La interrupción voluntaria del embarazo, desastre entre las desastres por supuesto, evita muchas otras desgracias, como llegar al mundo sin el amparo del deseo materno. Sin olvidar que tiene una base científica. Por tanto no puede ser comparada a la conservación de especies, que ni deciden ni son otra cosa que víctimas a las que se les priva de su ansia de supervivencia.

Algunos, desde el absoluto respeto a las creencias de los otros, seguimos esperando una limitación de los derechos de los humanos sobre todo lo que nos cobija, mantiene y defiende. No menos a que el aborto resulte del todo innecesario por el incremento de la más elemental cultura sobre nuestras relaciones sexuales.

Turcón-Ecologistas en Acción

Llevamos 42 años al servicio de la ecología y el medioambiente en Canarias. Si deseas estar informado a diario, participar en actividades, hacer oír tu voz o luchar con nosotros contra aquellos que por intereses particulares, partidistas o lucrativos quieren destruir nuestro presente y el futuro de nuestros hijos, esta es tu Web.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *