La Provincia, 22-11-2008
MARCOS ÁLVAREZ – TELDE. Las quejas vecinales y de distintos colectivos aumentan por el estado de abandono de la finca de La Herradura, de su casona y otros inmuebles. Toda la propiedad había sido cedida hace once años, por un periodo de 50, por parte del Cabildo de Gran Canaria al Ayuntamiento de Telde para convertirla en un hotel rural, un parque urbano, una granja agrícola y una reserva forestal. Ese proyecto parece haber quedado en el olvido.
Los vecinos piden vigilancia e iniciativas en la finca, en vez de permitir que los jóvenes hagan hogueras junto a la casona. En la casa ya se registraron dos incendios y, en lugar del techo que había en varias habitaciones, ya sólo hay vigas calcinadas.
Los arquitectos han defendido que la casona es un ejemplo de arquitectura rural doméstica de Gran Canaria. Realmente se puede decir que lo fue por el mal estado que presentan sus dependencias, como denunció la Guía Histórico Cultural de Telde. Se pueden encontrar en la actualidad en la citada casa: maderas y tejas en el suelo; muros caídos; abrevaderos destrozados -más de como estaban en 2005- y alpendes con sus marcos de madera en mal estado.
Los frutales están secos y las tierras de cultivo abandonadas, como sus sistemas de riego. La situación no es mejor en las otras casas de la finca. Una de ellas, que está pegada a la carretera que une Telde con Valsequillo, está en ruinas y llena de basura -con un chasis de coche oxidado-. La cantonera está cubierta de piedras y basura. El palmeral, que se encuentra en el barranco La Herradura y en la finca conserva aún su belleza y ejemplares centenarios.