Ben Magec-Ecologistas en Acción se suma a la Huelga General de la Enseñanza que tendrá lugar mañana jueves, 9 de mayo, contra la nueva LOMCE (Ley Wert), y te invita a participar de ella.
Esta Ley implantará un modelo pedagógico que busca afianzar y perpetuar el sistema que nos ha llevado a la grave crisis ecológica que sufre el Planeta:
La Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE) que el ministro Wert pretende aprobar para la modificación parcial de la ley vigente es una clara vuelta al modelo pedagógico del S.XIX. Ésta no es una afirmación gratuita. Es el resultado de comparar los métodos que se aplicaban entonces con los que se proponen ahora. Pues el anteproyecto de ley tiene como finalidad reducir los derechos que se han conseguido en estas últimas décadas, lo cual supone un ataque a la democracia, al derecho a la educación y la participación de la sociedad en la toma de decisiones.
Cuando se aprobó la Ley Moyano de instrucción pública en 1857, era Doña Isabel II, por la gracia de Dios, la que estipulaba qué se debía dar en las aulas de los centros educativos. En la actualidad es el ministro Wert el que decide qué valores son los que son aceptables, dado que impone el 75% de los contenidos curriculares con el pretexto de mejorar el rendimiento académico de los estudiantes. Además, para conseguir la “excelencia” de los mismos, un elemento importante será dar más horas a la asignatura de Religión. En 1857 por lo menos se asumía que la educación que consideraban aceptable era la que contemplaba la doctrina católica, pero es inconcebible la existencia de esta asignatura en un sistema educativo que debe ser objetivo y laico en los contenidos que se le transmite al alumnado. Si hay una asignatura de religión deberían estudiarse todas las religiones. Pero en esta ley se critican los valores supuestamente adoctrinadores a la vez que se le dan más horas de docencia a esa materia, y se elimina la única asignatura que transmitía valores ciudadanos, la asignatura “Educación para la ciudadanía”, que se ha considerado un ataque a los valores casposos y elitistas de las clases dominantes.
Otro elemento digno de una ley decimonónica es la vuelta desesperada a las revalidas. Ya en 2002 hubo un intento fallido con la LOCE de Pilar del Castillo. Cabe decir que estas revalidas fueron cuestionadas y rechazadas por Villar Palasí en el Libro Blanco que precedió a la Ley General de Educación. En ellas se pretende desarrollar pruebas de rendimiento en momentos cruciales para el desarrollo evolutivo y cognitivo de los estudiantes en primaria y secundaria que constará en el expediente académico de los estudiantes, con todo lo que ello conlleva, al perjudicar y limitar la libertad de elección del individuo y potenciar la de selección del sistema.
Por último, el gran ataque de la derecha casposa al sistema educativo es sin duda la pérdida de un derecho fundamental y básico en cualquier democracia que se precie, la participación de la comunidad educativa. Pues se estipula establecer una gestión empresarial a cargo de un director elegido por las Administraciones educativas, que ostentará toda la responsabilidad y capacidad de decisión del centro, dejando para el mayor órgano de participación y decisión de las sociedades democráticas, el Consejo escolar, una mera capacidad de observación y opinión.
En definitiva, la LOMCE es una ley retrograda y machista, que utiliza un discurso basado en el patriarcado y en la división social del alumnado, minusvalorando las capacidades de cada persona a pesar de su género, origen social y económico. Es una clara apuesta por la mercantilización de la educación para inculcar unos ideales de un capitalismo cruel e injusto, que promueve la desigualdad, la pobreza de las clases obreras, desarrollando una educación que genere en los individuos la alienación a la situación en la que viven. Por todo lo descrito, es indudable entender que la LOMCE parte de unos principios antidemocráticos.