El estado de abandono de Los Picachos fuerza una nueva protesta de Turcón y Depaca en Telde
Telde.- Miembros de los colectivos Turcón y Depaca, así como vecinos de Telde, volvieron este sábado a protagonizar, hace apenas unos minutos, un acto de protesta por el estado de abandono del antiguo azucarero de Los Picachos. La convocatoria sólo fue secundada por una decena de personas, pero sirvió para testimoniar una vez que desde 1994, año en que se produjo la caída de una de las pilastras del monumento, nada se ha hecho para la reconstrucción de este testigo de la arquitectura hidráulica del siglo XVI.
Una gran pancarta con la denuncia “Operación Picachos: 16 años caídos ¿Quién dimite”, portada por miembros del grupo ecologista, resumía el sentido de la nueva protesta de este sábado. Rafael Guerra, presidente de la Asociación en Defensa del Patrimonio de Canarias (Depaca), y otro componente de este colectivo, desplegaron también otra pancarta.
La historia de Los Picachos
El 14 de febrero de 1994 se produjo el desplome parcial de los restos arquitectónicos conocidos como Los Picachos. Éstos eran, y continúan siéndolo, un referente histórico y paisajístico de la ciudad de Telde.
Desde el primer momento, el Colectivo Ecologista Turcón no ha cesado de reivindicar la recuperación de este emblemático sitio histórico, ante la pasividad y la inoperancia de las administraciones competentes.
Así, a lo largo de los años transcurridos, en el aniversario del derrumbe se han convocado concentraciones y actos reivindicativos para demandar del ayuntamiento de Telde el cumplimiento del compromiso adquirido para recuperar este espacio.
“Lamentablemente, la respuesta municipal ha sido siempre las mismas buenas palabras, la promesa de que ya hay un proyecto de recuperación en marcha, que se están en negociaciones con la propiedad, etc., pero el resultado es evidente porque la herida sigue abierta en la memoria y en el paisaje, y una nueva generación crece con un nuevo referente, Los Picachos han pasado a ser El Picacho, un nuevo recorte a nuestra historia”, denuncia Turcón.
¿Qué son y para qué servían Los Picachos?
Del análisis de los restos conservados, de sus características arquitectónicas y de su comparación con construcciones similares, estamos en condiciones de afirmar que las pilastras conocidas con el nombre de “Los Picachos” no serían otra cosa que unos pilares que sustentarían un elemento transversal a los mismos. Este elemento transversal debió ser un canal de madera.
A través de este canal se transportaría agua por gravedad, procedente de un depósito o naciente natural situado a una cota superior. La diferencia de altura entre los pilares le daría una inclinación al canal, lo que posibilitaría aumentar la velocidad del agua y por tanto su fuerza. Estamos por tanto ante los restos de un acueducto del que se conservan sólo los pilares de piedra habiendo desaparecido el canal y otros elementos sustentantes de madera. Pero hay más, también se conservan unas paredes de piedras situadas entre los pilares y lo que parece ser un cubo de molino, elementos todos que debían formar parte del mismo conjunto del ingenio azucarero aquí establecido en el siglo XVI.
Además no hay que descartar la presencia de más restos enterrados en el subsuelo inmediato, en las actuales explanadas de aparcamientos.
Todo esto convierte a Los Picachos en un sitio histórico de extraordinario interés que debe ser preservado, restaurando los restos que se conservan y posibilitando el estudio arqueológico de su entorno para delimitar su alcance, para así, una vez recuperados y documentados los restos revertir este espacio a la ciudadanía como un parque público dotado de un equipamiento cultural.