Un momento para la reflexión y el recuerdo de quien nos dío tantos momentos de tesón, lucha y feliz convencimiento en la fuerza de la razón y las ideas.
Esta pasada semana nos ha dejado otra entrañable e importantísima compañera de Ben Magec-Ecologistas en Acción, Alicia Arrizabalaga. Con poco más de 50 años, un terrible cáncer finalmente se la llevó, en su Bilbao natal y rodeada de su familia, pero eso sí, tras una larga, metódica e incansable lucha. Porque si algo caracterizaba a Alicia era su constancia y capacidad para no rendirse nunca, como buena vasca.
Primero en Lanzarote y después en Tenerife, puso todo de su parte para consolidar un proyecto denominado Ben Magec-Ecologistas en Acción, al que se unió cuando esta Federación estaba aún muy inmadura, y al que ella colaboró de forma decisiva en su consolidación, en especial en Tenerife. Sin su permanente compromiso, sin su trabajo, sin su lucidez y constancia, probablemente no se hubiese afianzado la organización en esta isla, en aquellos primeros años del actual siglo XXI.
Miembro primero de la directiva de El Guincho-Ecologistas en Acción de Lanzarote, y posteriormente del Consejo Federal de Ben Magec-Ecologistas en Acción, su experiencia, sus conocimientos ambientales y su perseverancia fueron claves para asesorar e impulsar aquellas directivas de la organización en las que primaba la inexperiencia y entusiasmo.
Muchos la conocimos por primera vez cuando leímos un histórico libro que se publicó en España en 1997, “Vivir mejor con menos”, junto a Daniel Wagman, libro de cabecera para aquellos que hace más de una década no nos adaptábamos a un modelo de desarrollo disparatado e irracional.
Hoy, este libro, auténtico precedente de lo que ahora se denomina “decrecimiento” sigue teniendo más vigencia que nunca. De las muchas reflexiones grandiosas que podemos leer, extraemos la siguiente:
“querer y ser querido, saberse respetado, poder ejercer la creatividad, la imaginación, la igualdad, la libertad, la diversión, sentirse miembro de una comunidad, tener posibilidades de participar, la amistad, la pasión, la sensualidad, el disfrute de la belleza… Éstas son las verdaderas necesidades de los seres humanos y lo que nos identifica como tales. Y aunque parezca un enfoque pasado de moda, es algo en lo que hay que insistir, ya que cada día es más difícil encontrar a alguien que tenga la suerte de tener bien cubiertas estas auténticas necesidades; más bien al contrario, cada vez se observan comportamientos y situaciones que ponen de manifiesto que el déficit va en aumento”
Alicia, cuando pensemos en ti, nos darás fuerzas para seguir luchando, para seguir “insistiendo” -en tus palabras- en estos planteamientos tan simples que tú defendías con tanto tesón. Gracias
EN TU RECUERDO, ALICIA…
Tuve la suerte de conocer a Alicia algunas semanas antes de que hicieramos la limpieza de piche en El Médano. Nos habíamos enterado de que Ben-Magec iba a dar una charla informativa sobre el Puerto de Granadilla en la facultad de Biología. Por aquel entonces no había demasiada información sobre el tema del puerto y allí nos presentamos. Estaba el aula vacía, no había nadie en la charla, bueno sí estaban los ponentes: Alicia y Toni. Tuvimos una charla «particular» súper productiva, Toni y Alicia nos engancharon enseguida con sus explicaciones sobre Granadilla. A partir de este momento nos incorporamos a las reuniones en la C/ Bencomo, para organizar la limpieza de piche y para otras tantas cosas.
En aquellas interminables reuniones Alicia ponía el punto de normalidad cuando había algún tema en el que no había acuerdo por ningún lado, aunque suene a frase hecha «ella hacía fácil lo difícil», un apunte, una opinión,… Su experiencia , su saber estar, sus aportaciones, hacían que los ratitos que pasábamos en las reuniones, en aquel frío y húmedo local, fueran mucho más llevaderos. Creo que tod@s aprendiamos a diario de ella.
De Alicia recuerdo sus cuentos para niños, su coche cayendose a cachos, su sonrisa, su empatía, su sabiduría y su presencia en general.
Por todo esto y por mucho más creo que todos los que nos preocupamos un poquito por lo que otros tantos no se preocupan le debemos a Alicia muchísimo. Una de las cosas que recuerdo que decía era (algo así como):
«…si te llaman ECOLOGISTA te están diciendo un cumplido, ya que «etimológicamente» ecologista significa persona que cuida de su casa….»
ESTO LO DECÍA ALICIA POR EL MAL USO QUE DABAN ALGUNOS AL TÉRMINO ECOLOGISTAS.
Pues Alicia estés donde estés sé que nos darás fuerzas y ánimos para seguir luchando por esto que creemos que es lo mejor para ésta, la casa de todos.
Muchas gracias Arrizabalaga!!
Nayra.
Tuve la suerte de conocer a Alicia Arrizabalaga cuando WWF-Adena, colectivo para el que trabajó durante un tiempo desde su oficina en Lanzarote, se implicó de lleno, junto a otros grupos conservacionistas y ecologistas, en una campaña para salvar la zona de El Cotillo (Fuerteventura) de la especulación urbanística, ya que estaba amenazada por un descabellado proyecto hacia finales de los 90 del pasado siglo y principios del presente. De rebote, me invitaron a participar en la redacción de uno de los informes de valoración ecológica del sector comprendido entre Corralejo y Tostón, y fui a Fuerteventura para completar la información de campo. Entonces fui cuando conocí en persona a Alicia, y en seguida me percaté de su gran valía, seriedad, amabilidad y profesionalidad, aunque ya antes, mientras organizábamos todo lo concerniente a la estancia en la isla majorera, había notado dichas cualidades. Luego, ya en Tenerife, coincidimos en alguna ocasión, pero luego le perdí la pista por completo, y, desde luego, no sabía que estaba luchando contra el cáncer.
Por tanto, me ha sorprendido y entristecido mucho esta noticia. Con ello perdemos a una de las personas que más luchó por el medio ambiente canario en la última década, aunque fuera quizás una completa desconocida para un buen número de personas que se han ido incorporando a Ben Magec en los últimos años. Me consta que durante su labor profesional y de activista en las islas aportó muchas ideas y cosas positivas al movimiento ecologista canario, además de ser alguien que siempre tenía un ratito para conversar con toda aquella persona que luchara por salvar nuestras islas o, simplemente, se interesara por el medio ambiente.
Rubén