El pasado sábado, el Colectivo Turcón-EeA realizó la ruta prevista por el litoral de Guía. 26 personas participaron en ella y disfrutaron de algunos bellos rincones de aquel municipio.
Diario de un viaje por José Manuel Espiño:
De la Caleta de Arriba subimos por la carretera que recibe el nombre del barranco que ocupa, barranco de la Ballena hasta la entrada a unos invernaderos que nos permitirá, tras salvar un corto pero pronunciado barranco acceder a una pista que bordea todos los cultivos de plataneras que se van a extender por este sector en la zona alta y llana de la Punta de Guanarteme. Estaremos atentos pues hay una zona prohibida por desprendimientos recientes y que ante las grietas formadas en el suelo de la pista, es aconsejable evitar. Por el interior de los invernaderos salvamos este inconveniente hasta acceder a la ladera que bordeando el cantil de la acantilada playa de Guanarteme nos lleva hasta la misma Punta. La vegetación de esta punta es digna de estudio y se encuentra muy bien conservada.
Descendemos hasta la playa de Roque Prieto. Algunas roulottes, playa de callaos y en un borde del amplio barranco una potabilizadora de agua. Otro poblado de chabolas. Muchos surferos en la zona y alguna piscina natural. Tras pasar el barranco de Roque Prieto surge el barranco de Puerto Nuevo. 1 casa ilegal en su cauce y una pequeña piscina natural. Ascendemos unos cien metros por una zona acantilada con peligro de desprendimiento. Tal vez sea recomendable buscar una pista que discurre entre invernaderos para evitar el borde del cantil. Se observan desprendimientos recientes y, si nos aventuramos a seguir el sendero a pesar de la prohibición de la propiedad y de medio ambiente, observaremos como el suelo ha cedido y presenta notorias grietas que así lo manifiestan.
De una forma u otra, abandonamos la pista que discurre entre el abismo y los invernaderos para acceder al barranco que da a la cala conocida cartográficamente como Pedazo de Palo. Su vegetación está bien conservada: un tabaibal de toldas y tabaibas dulces con muchas de las especies asociadas a este tabaibal: incienso, espino de mar, cornical, balancones, salados, verodes…
Superado este barranco, tenemos que sortear los cultivos de plataneras que se cultivan hasta el mismo borde el acantilado, impidiendo el paso por el borde del mismo. Toda esta costa acantilada es el paraíso de las palomas bravías donde nidifican y viven con total comodidad. Utilizamos pues las pistas interiores hasta que nos encontramos con el barranco de mayor entidad en esta zona: el barranco del Río. La primera imagen del cauce del barranco sorprende: Observamos desde la presa hacia la desembocadura una serie de charcones encadenados por los que discurre agua llegando hasta el mar. Cuando descendemos una representación de flora asociada a los humedales: eneas, cañas, cola de caballo y toda una vida invertebrada y de aves acuáticas como las alpispas, nos sorprende por su rareza. Observamos también que no es un agua procedente de una posible pérdida de la presa o de un rebosamiento sino que un manantial o nacedero es aprovechado por un pequeño estanque y este al rebosar sigue barranco abajo llenando otro pequeño pilancón hasta aliviar su preciada carga en el charcón del litoral. En su margen izquierda se encuentra el poblado Llanos de Parra. Este barranco es de una belleza extrema. Su formación geológica y posterior desmantelamiento por la erosión formaron un paisaje único. Sobre él, se asienta una riqueza botánica espectacular. Destacamos una extensa colonia de Atractylis arbuscula y la presencia en un estado excepcional de orchilla colgando de todos los pequeños solapones del barranco. En la ladera de umbría encontramos veroles, pasteles de risco, tabaiba dulce, cornicales, hinojos, balos, toldas, tomillo marino, aulagas, ononis, lotus sp, siemprevivas marinas, cardoncillos –Ceropegia fusca– balancones , inciensos, salados, lechuga de mar, lycium, nevadillas, azaigo de risco.
Nosotros franquearemos el barranco utilizando para ello la senda que nos lleva tanto a la presa Avalos como a la desembocadura del barranco donde se encuentra una excelente piscina natural. Una vez en la presa debemos caminar sobre su muro de contención y tomar un claro sendero que se dirige hacia la izquierda y luego asciende por el barranquillo. Aunque está en desuso y es escabrosa la senda, hay amojonamiento de piedras para indicar por donde discurre. Apenas unos quince minutos y estamos ya en la loma. Nos dirigimos a la Punta del Mármol con facilidad pues en estos llanos reconocidos como El Mármol, los cultivos fueron abandonados y solo queda de ellos los restos de las estructuras de un pasado agrícola.
Un comentario
Awsome website! I am loving it!! Will be back later to read some more. I am taking your feeds also.