Francisco Peinado Rodríguez *
Como en otras ocasiones ha ocurrido, en este caso continua en el Talayón de Taliarte ( Melenara), el conjunto arqueológico que allí se encuentra esta ahora mas en peligro que antes, los primeros informes que se hicieron sirvieron para prevenir y realizar una excavación antes de que se realizaran las obras, posteriormente y durante el transcurso de los desmontes se realizaron los primeros sondeos arqueológicos para determinar la extensión del yacimiento, dando como resultado la aparición de muros y material arqueológico de los antiguos canarios, tras el abandono de los sondeos las catas quedaron sin sepultar, los perfiles así estaban endebles y se desmoronaban fácilmente, pero especialmente los muros de la estructuras que aparecieron estuvieron en claro riesgo de destrucción, ya que el yacimiento no estaba vallado sino con una valla plástica naranja en su perímetro y podía acceder cualquiera.
No bastando con este claro abandono, los desmontes guiados por una recortada delimitación sin seguimientos ni supervisión se han acercaron demasiado a las estructuras de piedra, hasta el punto de destruir toda la fachada sur y parte de los muros cortados están ahora en el mismo borde de dicho arrase, especialmente los muros de la estructura mayor o más baja, que se elevaba aquí puntualmente para nivelar la inclinación natural del terreno,( antes en este punto había un montículo de tierra, donde también se acumularon las tierras de los sondeos), peligrando en estos momentos el resto de la estructura que se pueden desmoronar por la caída del perfil que lo sustenta, ahora inestable y erosionado por los desprendimientos.
Por otro lado han caído escombros y piedras grandes sobre el yacimiento procedente de la carretera superior.
No bastando con esto, actualmente la estructura occidental o A en el dibujo, parcialmente desmantelada por estructuras etnográficas contiguas, está ahora en peligro inminente ya que va a ser atravesada por unas escaleras en zigzag que ya se ha comido parte del vertedero arqueológico, y en su momento fue advertido en la prensa cuando se trazaron dos líneas paralelas blancas sobre el terreno junto a la caseta de la antena.
Lo que inicialmente se propuso en prensa para la protección de las catas de sondeo, ya se ha realizado por fin después de muchos meses de retraso y abandono, cubriendo con picón los sondeos, pero por lo que se percibe no se impide el trazado de dicha escalera.
Como vemos no se garantiza la protección de yacimientos arqueológicos en Gran Canaria, no basta con la ridícula valla de cinta plástica naranja ni con silencios ni olvidos. Encima de es te conjunto arqueológico existe otro conjunto histórico militar defensivo de los años cuarenta, su depósito de agua cubierto con cantos rodados también ha sido destruido por completo, de la misma forma puede desaparecer el nido de ametralladoras que está en las inmediaciones que a su vez se encuentra en el perímetro de protección de la piña de mar, debido a que actualmente no existe una eficiente vigilancia institucional preventiva, que evite y paralice estos atentados hacia nuestra historia, o sea no hubo responsables delante de la pala del tractor para decir por aquí si, por aquí no, solo los ciudadanos preocupados por nuestra historia denunciamos para la opinión pública.
La alternativa de protección es: un muro de cerramiento y la continuidad de las excavaciones con la siguiente restauración de sus paramentos de las tres estructuras del conjunto quedando integrado un solar con edificaciones canarias anteriores al s. XV junto con las modernas aun sin edificar.
*Francisco Peinado Rodríguez es restaurador arqueologico.