Fuente: www.disagrupo.es
Así lo han anunciado los promotores del proyecto DISA Biocombustible Jatrofa, y en concreto su directora, la catedrática de Edafología y Química Agrícola de la Universidad de La Laguna, María Luisa Tejedor. La primera fase (estudio de la viabilidad del cultivo de jatrofa en Canarias mediante una plantación piloto en la isla de Fuerteventura) ha concluido y ahora comienza la segunda, que incluye el estudio del cultivo comercial y la producción de biocombustibles.
DISA (Distribuidora Industrial S.A.) es la primera compañía de distribución de productos petrolíferos (gasolina, gasoil, butano y propano) de Canarias, y desde 2007 encabeza el proyecto DISA Biocombustible Jatrofa. El objetivo principal de la iniciativa es el desarrollo del cultivo comercial de Jatropha curcas, planta de zonas áridas que, como principal biocombustible, produce aceite que se destina a la fabricación de biodiésel.
El objetivo general de la primera fase ha sido, según DISA, estudiar la viabilidad del cultivo de la planta de la jatrofa en Canarias mediante un estudio piloto en la isla de Fuerteventura, que se caracteriza por su rigor climático y sus escasos recursos hídricos, junto con la presencia de suelos degradados tanto por procesos de erosión como de salinización-sodificación. Las conclusiones de dicho trabajo han sido positivas, dictaminando que el cultivo de la jatrofa es viable en Fuerteventura.
Biocarburante y recuperador de suelos degradados
Representantes del Gobierno de Canarias, incluido su presidente, Paulino Rivero, y de DISA (Raimundo Baroja, consejero delegado) acompañaron el pasado sábado a la doctora María Luisa Tejedor en la presentación de las conclusiones de la primera parte del proyecto, que finalizó el pasado año 2010. La iniciativa nació en 2007 con la firma de un convenio entre DISA y la Universidad de La Laguna y la colaboración de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y el apoyo del Cabildo de Fuerteventura y el Gobierno de Canarias. Según estos promotores, al desarrollo de cultivos energéticos a partir del aceite de jatrofa se une otra finalidad: “la recuperación ambiental de suelos degradados, ayudando a atajar el problema de la desertificación”.
Una vez que la primera parte del proceso está superada, toca emprender la siguiente, que llega hasta 2014. “El objetivo de esta segunda fase es incorporar al estudio el riego con aguas regeneradas, analizar el método más adecuado para la extracción del aceite, su rendimiento y composición, así como su aprovechamiento como biocombustible”, añaden en DISA. Según Raimundo Baroja, “si finalmente se lograse el objetivo de hacer posible la explotación industrial del primer biocombustible canario, supondría la creación de una nueva industria, la diversificación agrícola, creación de empleo, nuevas estructuras del transporte y uso del agua, recuperación de suelos degradados, posibles cultivos de forrajes para la ganadería de la isla y el impacto en el PIB canario”.
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