Ben Magec-Ecologistas en Acción se suma a la protesta contra la destrucción de este importantísimo espacio natural y agrícola, y alerta a la población de que ésta es una consecuencia más de los cambios legislativos contra el medio ambiente
Dada la amenaza que se cierne sobre las medianías de la comarca de Acentejo, desde numerosas organizaciones sociales y desde las administraciones locales, se está haciendo especial énfasis en su incuestionable valor natural, paisajístico y agrícola, así como en la singularidad de la zona conocida como Los Nateros o La Vica, magnífico área de recreo y deporte.
Sin embargo, desde Ben Magec-Ecologistas en Acción, además de sumarnos a esta llamada de atención, queremos hacer énfasis en la artimaña con la que, previsiblemente, este tipo de operaciones se generalizarán en el archipiélago. Y es que una vez más nos encontramos ante una estrategia emanada del Gobierno de Canarias y escudada como Ley por el Parlamento con el mismo objetivo que el tristemente conocido Catálogo de Especies Protegidas de Canarias: cambiar las leyes de protección territorial y ambiental para evitar obstáculos a la instalación de infraestructuras.
El Gobierno de Canarias ha querido evitar cualquier impedimento a instalaciones de producción y conducciones eléctricas mediante la Ley de Reforma del Sector Eléctrico, aprobada por el Parlamento de Canarias en enero de 2011, que evita que las instalaciones eléctricas se tengan que someter a licencias urbanísticas o a cualquier otro tipo de actuación municipal que evite o altere su implantación. Con ello se resta capacidad a los municipios para evitar atentados contra su territorio, con el fin de que no se repita el caso de Vilaflor, o más recientemente, la paralización de la central de ciclo combinado de Unelco en Granadilla por carecer de licencia municipal.
Por otra parte, tanto con la citada norma, como con la Ley de Armonización, el Gobierno de Canarias intenta que ni siquiera se deba respetar la planificación territorial previa a la hora de ejecutar cualquier infraestructura aislada, con lo que el territorio y la biodiversidad quedan sujetos a la improvisación, en lugar de a la optimización del espacio y los recursos existentes.
Es importante recalcar que la amenaza al suelo rústico en la Isla es cada vez más grave (recordamos que con el tren del Norte se prevé la pérdida de 1.302.460 m2, según los cálculos de esta organización). Ahora se afectará a 80.000 m2, con lo que se compromete más aún la ya precaria capacidad de autoabastecimiento alimentario de las islas, y se pone en peligro la conservación de la agrodiversidad y la cultura agraria, tan necesarias para garantizar la recuperación de esta importantísima actividad.
El caso de los Nateros representa la manifestación de los primeros síntomas de esta epidemia. Afortunadamente, ahora cuenta con la oposición de las corporaciones locales de varios de los municipios afectados, pero ¿qué pasará cuando los municipios se encuentren abandonados de la mano de sus dirigentes políticos? ¿A qué legalidad vamos a acudir si el Gobierno de Canarias se está encargando de eliminar cualquier garantía de conservación del medio ambiente que pueda perjudicar sus proyectos?
Por lo tanto, Ben Magec-Ecologistas en Acción invita a toda la ciudadanía a recuperar el espíritu de Vilaflor, y con ello a unirse y a salir a la calle para defender este valiosísimo espacio natural, como primer paso para exigir un replanteamiento de las medidas de desprotección del Gobierno de Canarias.