Entre los días 20 y 27 de agosto, veintisiete personas participaron en el viaje organizado por el Colectivo Turcón-EeA a la región de Baviera en Alemania, para realizar distintas excursiones y visitas a los pueblos y montañas de los Alpes, en la zona del valle de Loisach, al pie de la montaña más alta de Alemania, el Zugspitze de 2.962 metros sobre el nivel del mar, justo en la frontera con Austria.
Mediante el senderismo fuimos conociendo las regiones, los espacios naturales, divulgando los valores de cada lugar bajo un amplio concepto de protección y conservación. Conocimos otras culturas, otras formas de gestionar el patrimonio natural y cultural. Observamos otras maneras de entender el medio ambiente, conociendo los modelos de conservación y aquellos casos prácticos más útiles a imitar. Hemos aprendido la rica biodiversidad de las regiones visitadas y, por supuesto, la integración con los pueblos, desde el conocimiento, el respeto y la solidaridad. Una inmersión cultural muy satisfactoria y gratamente aceptada por la población local.





Alcanzamos tres cimas de montañas alpinas: el Zugspitze de 2.962 metros sobre el nivel del mar, justo en la frontera con Austria; el Alpspix una plataforma de observación de acero unida al Osterfelderkopf, una cumbre secundaria de 2.057 m de altura del Alpspitze y también tuvimos una caminata por la zona austriaca del Tirol, con una ascensión al Seefelder Königstour. Maravilloso recorrido por Seefelder Joch (2.083 m), y posteriormente llegamos a la cruz de Seefelder Spitze (2.220m). En total tres cumbres, tres cimas, tres retos alcanzados que exigieron templanza y esfuerzo por parte de los participantes.
Pero no todo fueron cumbres montañosas, también conocimos pueblos y ciudades como Garmisch-Partenkirchen la ciudad dormitorio, viajamos a Seefeld in Tirol e Innsbruck en Austria y Múnich la capital de Baviera que descubrieron sus rincones y secretos a los canarios visitantes.
El programa del viaje incluía la visita a dos barrancos, unos ríos con aguas bravas, muy encajonados y que gracias al acondicionamiento de senderos y pasarelas acondicionadas son aptas para un visitante intrépido y exigente. Fueron dos visitas llenas de imágenes y vivencias estelares: la garganta de Partnachklamm, un cañón angosto de 80 metros de profundidad y 700 metros de largo que fue Declarado monumento natural en 1912; y el Höllentalklamm una experiencia inolvidable para toda la familia. Nuestra caminata se inició en Hammersbach, cerca de Grainau. La entrada al desfiladero nos lleva a un mundo emocionante de rocas escarpadas y aguas salvajes. Se le conoce como el «valle del demonio» pero también podría llamarse «valle de las cuevas» o «valle de las minas» pues en el pasado se conocía por sus minas de plomo y molibdeno. Los visitantes tienen la posibilidad de conocer esta historia de las antiguas minas gracias a una pequeña caseta, con paneles expositivos muy instructivos.
Nuestra participación en la Feria de Folclore Bávaro nos introdujo en el conocimiento de la música típica de la región, conociendo sus vestimentas y su gastronomía. Los baños en el lago Eibsee fue una refrescante y agradable experiencia en las aguas frías del deshielo del glaciar.
En definitiva, un viaje de altura, perfectamente organizado que nos dejó unos gratos recuerdos y amplios conocimientos culturales y ambientales.