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Un planeta sin noche, contaminación lumínica y efectos sobre la biodiversidad. Una charla para salir del dilema del lado oscuro de la luz

A través de esta actividad se persigue redescubrir el cielo nocturno y su valor cultural, estético y  como componente de los ciclos naturales. La ponente tratará de sensibilizar al público que asista a la charla del problema de la contaminación lumínica. Es importante que se conozca este problema que afecta a todos los ciudadanos y que es un factor importante para el equilibrio natural y la calidad de la vida humana.

Para muchas especies, la oscuridad de la noche es un lugar de oportunidades. En el caso de los humanos, la luz artificial es una necesidad y también un inconveniente. La contaminación lumínica provoca que una de cada tres personas apenas vea el cielo estrellado. Por no hablar de cómo afecta al sueño y al consumo de energía.

Nada más salir del huevo, tras arañar los pocos centímetros de arena que los separan de la superficie, los alevines de tortugas marinas se enfrentan a su primera gran decisión: ¿qué dirección tomar? A un lado, el océano donde pasarán el resto de su vida, si consiguen vencer las amenazas que los acechan en el camino. Al otro, la tierra firme, donde no tienen ninguna probabilidad de supervivencia. Están solos frente a la gran decisión que marcará el resto de su vida.

Lo bueno es que los pequeños reptiles vienen programados de serie. Solo tienen que saber una cosa: el mar está en la dirección más brillante. Hacia allí, el horizonte está despejado, brillan las estrellas y, con suerte, también se reflejan los destellos de la Luna. La oscuridad de la selva tras la playa es absoluta. O lo era hasta hace no mucho tiempo. Hoy, muchos de los arenales en los que las tortugas ponen sus huevos están rodeados de ciudades, con sus alumbrados públicos, sus escaparates y sus monumentos iluminados.

Y, claro, muchas tortugas se confunden. La regla de oro de dirigirse hacia el horizonte más brillante ya no les sirve. En la actualidad, una de cada cuatro tortugas marinas se ve desorientada al nacer, un porcentaje que llega a rozar el 70% en las noches sin Luna, en las que el resplandor del océano es mucho más sutil. La contaminación lumínica es, junto a las capturas y la destrucción del entorno, la mayor amenaza para las siete especies de tortuga marina que existen en el planeta, todas ellas vulnerables

Debemos de añadir a estas especies a los insectos y especialmente a la pardela cenicienta que año tras año regresa a sus nidos y sus polluelos se ven desorientados por los focos y destellos de potentes luces de la ciudad.

De todo esto, de las causas de la contaminación lumínica, de la calidad del cielo, del impacto de la contaminación lumínica en los ecosistemas y el sueño, y muchas otras variables hablaremos y mantendremos un animado coloquio.

Te esperamos en un nuevo encuentro el viernes 28 de junio en la sede del Círculo Cultural de Telde (antiguo Molino del Conde), en la calle Roque 119, en San Gregorio (Telde). Recuerda que es una actividad gratuita hasta completar el aforo de la sala; organizada por la Asociación de Amigos de Las Pardelas y el colectivo Turcón Ecologistas en Acción, con la colaboración del Circulo Cultural de Telde y La Consejera de Participación Ciudadana del Cabildo Insular de Gran Canaria

Turcón-Ecologistas en Acción

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