Próxima Ruta del Colectivo Turcón-EeA, entre la Vega de San Mateo y la Villa de Santa Brígida.
DOMINGO, 15 DE MARZO DE 2020.
Ruta nivel familiar. Recorrido: 7 km Horarios de salida: 9:30h desde Parque Franchy Roca de Telde. 10:00 horas desde zona de tierra, Circo de La Feria, en LPGC.
Inscripciones desde el lunes, día 09 (14h.) en casa juventud de Telde, 928680686 o email: This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.
Visitamos el municipio de La Vega de San Mateo. El recorrido nos llevara la Cruz del Montañón, estupendo mirador natural sobre la Vega. Conoceremos la historia de la Cueva del Sol, auténtico reloj astronómico, cuando aún no se conocían las agujas, ni los minuteros. Una visita cargada de atractivos culturales y naturales que terminará en el centro de la Villa de Santa Brígida.
Barranco de La Bodeguilla
Los barrancos como fuente de vida. Por ellos nos llega el agua, el aire, las comunicaciones. También las invasiones de los piratas. Las palmeras canarias se asentaron en muchos de ellos. Puede decirse que los barrancos organizan el territorio en nuestras islas. Constituyen la orientación, la altitud y muchos otros factores climáticos y ambientales que determinan una diversidad de paisajes de singular belleza e importancia. 24 cuencas/intercuencas se pueden identificar en Gran Canaria. Cada uno de ellas con sus tributarios. Evidentemente no podemos recorrerla todo, pero algunos hemos seleccionados como representación de esos espacios llenos de vida y cultura.
Anoche realizamos la grabación en vídeo del debate sobre los inicios del movimiento ecologista en Telde. Más de 40 años de luchas y reivindicaciones.
“Esperanza” es el título del proyecto, porque con todos los testimonios recogidos y, algunos otros que faltan, podemos hacernos una idea de cómo era el Telde de los años ’80. El fin último es concienciar y motivar de cómo una lucha, unas reivindicaciones, un trabajo altruista y voluntario, puede cambiar muchas cosas.
Te animamos a seguirnos.
El proyecto “Esperanza” es una iniciativa del Colectivo Turcón-EeA, que cuenta con el apoyo de Participa-Gran Canaria, consejería del Cabildo de Gran Canaria.
El Colectivo Turcón ha presentado en la Concejalía de Urbanismo del Ayuntamiento de Telde escrito donde pone en su conocimiento de nuevas obras que realiza la empresa que tiene el anagrama “Mármoles Victoria-Fábrica de Terrazos“,
Estas consisten en hacer una zanja y la colocación en la misma, de muro de hormigón prefabricados y por piezas de unos 3-4 metros de altura, con intenciones aparentemente de conseguir afianzar pista realizada junto a la propiedad.
El propietario se ha destacado y se le conoce por actuar de manera arbitraría y sin las autorizaciones necesarias para llevar su explotación, negocio.
Bonita ruta la realizada por el Colectivo Turcón-EeA ayer domingo, en los municipios de Valleseco y Firgas.
Día soleado para regalar a los numerosos participantes, menores incluidos, una excursión fabulosa.
El itinerario incluía visitar los bosques umbrifelos del monteverde del Barranco del Rapador, así como Las Madres, el barranco de La Virgen, y Guadalupe.
Dentro del parque rural de Doramas, se encuentran maravillosos espacios siempre verdes, con laureles, brezos y otras especies del monteverde canario. Lugares que hicieron las delicias de todos los participantes.
Será la próxima ruta de senderismo del Colectivo Turcón-EeA.
Domingo, 16 de febrero.
Hace cuatro años desbrozamos las zarzas que cerraban este hermoso camino que recorre lindos enclaves del Monteverde, dentro del Parque Rural de Doramas. Allí existió una Planta Embotelladora de Agua que se comercializaba con el nombre de este barranco. Conoceremos los baluartes de este recóndito rincón.
Recorrido: unos 6-7 km.
Nivel: dos botas, medio.
Punto de encuentro: Telde, a las 9:30h. parque Franchy Roca.
LPGC, a las 10h. zona de tierra-Circo-La Feria.
Inscripciones desde el lunes, día 10 (14h.) en casa juventud de Telde, 928680686 o email: This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.
Turcón
vuelve a solicitar la colaboración y participación de aquellas personas
preocupadas por el patrimonio histórico.
Un Conjunto Arqueológico de Los Picachos, en el término municipal de Telde. A lo largo de estos 26 años hemos pedido tantas cosas que ahora parece que el Bien de Interés Cultural – BIC, podría alumbrar alguna esperanza. No obstante, seguimos tomando la calle como cada mes de febrero de estos últimos 26 años.
Convocatoria para el sábado, día 08 de febrero
Lugar: calle 8 de marzo, junto a Los Picachos.
Hora: de 12 a 12:30 h.
Qué son los Picachos:
El yacimiento arqueológico
de Los Picachos se encuentra en el casco urbano de Telde, en la zona de
expansión del barrio de Los Llanos de San Gregorio, a la que ha dado nombre.
Estos restos arquitectónicos como yacimiento arqueológico, están debidamente
catalogados y por tanto gozan de protección legal, estando especialmente
prohibida cualquier actuación que suponga daños a su conservación.
La parcela en la que se sitúa está
delimitada al norte por la calle Picachos,
al este por la calle 8 de marzo,
al sur por dos bloques de viviendas y al oeste por la calle Juan Negrín. Dentro de la misma se encuentran además el conocido como Tanque de los Picachos, un segundo estanque más pequeño, una antigua
explanada de aparcamientos y, en el vértice noreste, un solar acotado utilizado
como almacén-cobertizo y depósito de maquinaria de obras. Es en este último espacio donde se encuentran los restos
arquitectónicos conservados, aunque no se descarta que se puedan localizar en
el subsuelo más restos arqueológicos sepultados bajo tierra.
Así los restos
arquitectónicos conservados son, de oeste a este los siguientes:
Una primera pilastra, de unos 10 m de
altura, de planta de tendencia cuadrangular de 2 x 2 m aproximadamente en la base, decreciente en
altura. Está realizada en mampostería con mortero de cal, destacando el empleo
de fragmentos cerámicos (tejas y/o formas azucareras) como calzos. En la cara
oeste, en su tramo final, a unos 8 m de
altura, se conserva un saliente de piedra, a modo de ménsula que probablemente
serviría de apoyo para una riostra de madera. La terminación de la pilastra, en
su cima, presenta un perfil irregular producto, casi con toda seguridad, de la
pérdida de material constructivo en algunos de sus lados, aunque no parece que
tuviese mucha más altura que la conservada.
Un primer tramo de pared, de unos 4 m de
largo por aproximadamente 2 m de alto y de ancho. Este muro, aparentemente de
piedra seca, sin mortero, está adosado a la base de la pilastra pero no
enjarjado con la misma. Esta disposición apunta a un momento constructivo
posterior, y de hecho parece responder a un cerramiento de parcelas o fincas de
cultivos. Apoya esta hipótesis el hecho que esta pared se continúa al oeste de
la primera pilastra hasta adosarse al estanque, con lo que se cierra el espacio
por este lado. Sobre la misma se disponían en el pasado cortavientos o
cerramientos de cañas, sustituidos modernamente por una pared de bloques
prefabricados. Este elemento se vio
seriamente afectada por el derrumbe de la segunda pilastra.
Una segunda pilastra, gemela a la
anterior, apenas medio metro más baja, se
levantaba, hasta febrero de 1994, unos 4 m hacia el este de la primera. Sus
características técnicas eran en todo idénticas, conservando incluso una
ménsula de las mismas características y a igual altura. Su remate superior
semejaba estar intacto, sin mostrar pérdidas de material, lo que parece indicar
que en su origen era algo más baja que la primera. Esta segunda pilastra presentaba como señal
característica una grieta vertical bastante evidente, de más de 1,5 m de largo
que afectaba a sus lados norte y este. Después de su desplome los materiales
constructivos permanecieron in situ
durante un tiempo, pero hoy ya no se encuentran en el lugar.
Un segundo lienzo de pared de unos 5 m
de largo y unos 4 m de alto realizado con la misma técnica constructiva que las
pilastras, es decir, mampostería con mortero de cal, y con fragmentos cerámicos
reutilizados a modo de calzos. Esta pared se adosaba directamente a la segunda
pilastra sin estar enjarjada con ella y presentando una sección con el mismo
ancho decreciente en altura. Esta pared que presentaba importantes pérdidas de
material constructivo, tanto en su remate superior como en una amplia franja
horizontal a mitad de su altura, fue muy afectada por el desplome de la segunda
pilastra, perdiendo su apoyo, lo que supuso a su vez su caída. No obstante, el
grosor de la misma, y tal vez la forma constructiva basada en una doble pared
con relleno interior posibilitó que a pesar de caerse toda la cara norte del
muro, aún se conserve la cara sur, lo que su vez ha permitido poner de
manifiesto esta forma constructiva.
El cubo es una construcción de unos 5 m
de altura y de planta cuadrada de aproximadamente 2 x 2 m. Se encuentra
insertada entre el lienzo de pared arriba descrito y otro segundo lienzo
situado en el lado contrario, lo que hace que pase bastante desapercibido. No
obstante, se puede apreciar una técnica constructiva idéntica a la de las
pilastras reseñadas y mejor acabada que la de las paredes, con las que se adosa
pero no se engarza. Esta pieza, que podría identificarse como otra pilastra
tiene una característica especial en su remate superior, que es su planta
circular. Ésta se encuentra actualmente rellena, pero parece haber sido
originalmente hueca en su interior, al modo de los cubos de los molinos
hidráulicos.
Un tercer lienzo de pared, de unos 4 m
de altura y unos 2 m de largo, presenta las mismas características que el
segundo tramo ya descrito, incluso con las mismas pérdidas de material en una
amplia franja situada a media altura, aunque en este caso no se ha visto
afectado por el derrumbe de la segunda pilastra.
Una tercera pilastra, más baja, de unos
6 m de alto, a la que se adosa el tercer tramo de pared, presenta las mismas
características constructivas que las anteriores, con la salvedad que la
ménsula de piedra de la cara oeste se encuentra más baja que en las pilastras anteriores.
Este dato es significativo en tanto que nos indica que, aunque ha perdido
algunas hiladas de piedras en el remate, esta pilastra no tenía la altura de
las anteriores.
Una
concentración de estructuras de restos materiales y medioambientales, testigos
de actividades humanas que tuvieron lugar en un pasado más o menos remoto. Pues
bien, eso es lo que son Los Picachos, los restos de un ingenio azucarero
del siglo XVI, una construcción de hace aproximadamente 500 años.
En realidad,
las grandes columnas de piedra que dan nombre a Los Picachos son los
pilares o pilastras de mampostería de un acueducto que traía el agua para mover
el molino que trituraba la caña de azúcar. El canal de madera del acueducto no
se conserva, pero no es difícil imaginarlo viendo las señales que dejaron sus
apoyos en los pilares. Es más, entre los restos que se conservan todavía se
puede reconocer lo que parece ser el cubo del molino.
Para
entender todo esto debemos tener en cuenta que un ingenio azucarero era un gran
complejo industrial donde la caña de azúcar era transformada en azúcar. Para
ello era imprescindible el aporte de agua, que tenía que tener la suficiente
fuerza para mover los rodillos del molino. Esta fuerza se conseguía creando un
salto de agua artificial, lo que explica la altura de los pilares del
acueducto. El ingenio se completaba con otras construcciones como los cuartos
de calderas en los que se calentaba el bagazo o caña triturada. El líquido
resultante era vertido en moldes y puesto a destilar hasta que se endurecía,
formándose los “panes de azúcar”, bloques de azúcar solidificada en
forma de grandes “rapaduras”.
Fragmentos
de estos moldes para el azúcar son aún visibles entre las ruinas y en las
inmediaciones, por lo que no hay que descartar la presencia de más restos
enterrados en el subsuelo inmediato, en las antiguas explanadas de
aparcamientos. Todo esto convierte a Los Picachos en un sitio histórico
de extraordinario interés que debe ser preservado, restaurando los restos que
se conservan y posibilitando el estudio arqueológico de su entorno para
delimitar su alcance, para así, una vez recuperados y documentados los restos
revertir este espacio a la ciudadanía como un parque público dotado de un
equipamiento cultural. Es competencia de las diferentes administraciones
públicas, en cumplimiento de sus atribuciones, atender a la protección del
patrimonio cultural y dar respuesta a las demandas de la ciudadanía.
El 14 de
febrero de 1994 se produjo el derrumbe de parte de la construcción conocida
como Los Picachos. Éstos eran un referente en la historia y el paisaje
de la ciudad de Telde. Desde el primer momento, y van 25 años, Turcón
Ecologistas en Acción no ha cesado de reivindicar la recuperación de este
emblemático sitio histórico, ante la pasividad y la inoperancia de los entes
públicos. Así, a lo largo de los años transcurridos, en el aniversario del
derrumbe se han convocado concentraciones y actos reivindicativos para demandar
de las administraciones competentes la recuperación de este espacio. Lamentablemente,
la respuesta salta a la vista, la herida sigue abierta en la memoria y en el
paisaje.
Es
necesario realizar una rápida intervención de reconstrucción, rehabilitación y
acondicionamiento del lugar para uso didáctico; donde se den a conocer las técnicas,
actividades y sus formas, incluso integrando la trama urbana llena de datos y
restos históricos de esta influencia industrial del azúcar y la caña, una expresión para transmitirla, como
testimonio relevante de la cultura tradicional del pueblo canario. Este
conjunto arquitectónico, por su funcionalidad histórica, podría configurar una
nueva oferta cultural y turística para nuestro municipio.
Un BIC para recuperar el suelo
La primera
intención de declaración de Bien de Interés Cultural fue en el año 1988
(BOC-136, 28 de OCTUBRE). Una vez incoado el expediente de BIC y pasado tres
años sin una resolución para su declaración, la empresa propietaria del suelo
interpuso un recurso de mora, solicitando el archivo del expediente. Entendemos
está última circunstancia como una acción que demuestra el poco interés
mostrado en ese momento por la protección de aquel lugar.
Por todo
ello, este Colectivo tomó nueva y renovada iniciativa y realizó una
petición con posterioridad, el día 12 de
febrero del 2003, a
la Presidencia del Cabildo, para una nueva declaración de BIC, en el contexto
de las reivindicaciones por la caída del Picacho de aquel año. La iniciativa no
se resolvió satisfactoriamente y en el año 2008 este grupo vuelve a remitir
comunicación escrita al cabildo recordando la necesidad de tramitación, el
expediente claudico ante la indiferencia
e indefinición administrativa e
institucional sobre el verdadero deseo de conseguir tal declaración; como se ve
se suceden un cumulo de despropósitos y ante ellos no perdemos el interés ni
los deseos de ver a Los Picachos de Telde como Bien de Interés Cultural.
La Tronera es una cantonera situada en la calle Drago, esquina con calle
Doramas, estando reconocida como Bien de Interés Cultural, catalogada como Bien
Etnográfico por la FEDAC y figura en la Relación de Bienes Etnográficos
Infraestructuras Hidráulicas en el Plan General de Gáldar (Ficha A.II-B 12E).
Situada en el centro de la ciudad, con un entramado de bocas de reparto
complejo, ubicadas a una altura considerable con respecto a la rasante de la
calle. Dicho bien nos habla del valor del agua para el riego de los terrenos
dedicados a la actividad agrícola.
La importancia de este sistema hidráulico se encuentra inmersa en la
antigüedad de las diversas troneras existentes, se habla de nueve, entre ellas
las de la Heredad de Aguas de Gáldar o las de la Casa del Agua, las más
alejadas en el tiempo procedentes del siglo XVIII y las más recientes en la
primera mitad del siglo XX.
La preocupación ciudadana comienza cuando el Ayuntamiento comunica la
intención de modificar la red viaria en la calle Drago, en la zona donde se
encuentra la conocida por los vecinos como la tronera. Con esta finalidad
solicita una modificación menor del plan general con la eliminación de la Ficha
P-110 del Catalogo de Protección, Troneras calle Drago, a la vez que se
pide informe a la empresa especializada Arqueología D3 que, si
bien reconoce los valores patrimoniales, a renglón seguido habla de
reconstrucción de la infraestructura, plegándose a los postulados mantenidos
por la corporación municipal.
La Tronera junto con la Casa del Agua es un símbolo identitario del
municipio con un reconocimiento patrimonial consolidado, y sin duda una
reliquia del entramado hidráulico de superficie de Gáldar y como tal merece
una visión de conservación in situ, además de la difusión
de su valía entre la población.
Turcón toma conocimiento a través de los/as vecinos/as agrupados en Salvar
la Tronera de Gáldar de sus peticiones convertidas en manifiesto,
difundido en los medios y del escrito presentado al Cabildo Insular de Gran
Canaria, iniciativas que apoyamos por las que solicitamos un cambio de
orientación en las decisiones que pretende la mayoría de gobierno del
ayuntamiento de Gáldar, en cuanto a la demolición de la tronera y su
reconstrucción unos metros más atrás, toca a las autoridades municipales e
insulares reflexionar sobre la oportunidad de sus acuerdos lesivos con el
patrimonio.
La alternativa que se propone desde la plataforma vecinal es
la peatonalización de aquel tramo de la calle Drago, concretamente desde
la esquina, con calle Martinón León hasta la Tronera, que aportaría un espacio
libre de tránsito rodado e indudable calidad de vida a la ciudadanía. Lo que no
es de recibo es arrasar con un bien cultural por la ampliación de una calle.
Nos unimos al llamamiento realizado desde la ciudad de los guanartemes exigiendo la no demolición de la Tronera, el no a la replica de la misma, y un si a la conservación, restauración y puesta en valor de lo auténtico. La Tronera no se toca.
Tiempo fresco y agradable para la actividad familiar del Colectivo Turcón que realizó ayer.
Los participantes realizaron un recorrido aproximado de 8 km y disfrutaron de las explicaciones didácticas del profesor Paulino, escritor y buen conocedor de estos barrancos.
El Draguillo: un lugar marcado por su geomorfología
volcánica, por su rica biodiversidad y legado histórico cultural. Declarado
Espacio Natural Protegido, divisorio de los municipios de Telde e Ingenio, el
Draguillo, sobrevive a la urbanización. Recorrimos su parte alta, para conocer
su bello palmeral. Después avanzamos por territorio de Telde, por el Gamonal,
donde giramos a la vertiente del barranco de Silva, para descender por Calacio
y Las Medianías de Telde.
Más
información:
Constituye una unidad geomorfológica bien definida, con conos
volcánicos alineados, paredes escarpadas y procesos erosivos evidentes que han
ido encajonando el barranco con el paso del tiempo. En sus laderas se refugian
muestras de ecosistemas naturales y flora autóctona, con abundantes endemismos
canarios y macaronésicos. En conjunto, el Barranco del Draguillo conforma un
paisaje de gran belleza, donde confluyen elementos de gran valor natural con
elementos de interés cultural por albergar una muestra de asentamientos
aborigen, siendo muy comunes las cuevas de habitación y de enterramiento. La
vegetación potencial corresponde casi exclusivamente al dominio del bosque
termófilo, salvo en sus cotas más bajas que corresponde al piso basal. La
vegetación actual está formada en su mayor parte por matorral de sustitución
dominado por tabaiba amarga, vinagrera, tajinaste blanco, verode y aulaga.
Existe una formación de acebuchal-palmeral en la cabecera. En las zonas más
bajas aparecen cardonales y tabaibales de Euphorbia
balsamifera en buen estado de conservación.
DRAGUILLO,
BARRANCO DE (INGENIO Y TELDE)
Con este topónimo que hace alusión a un pequeño drago, se
conoce al barranco que conforma la frontera administrativa entre los municipios
de Telde e Ingenio, atravesando el territorio de los Volcanes de Rosiana,
donde se localiza un yacimiento arqueológico conocido con el mismo nombre,
también llamado Cuevas de Juan Tello, por encontrarse situadas en las
rampas sudestes de la montaña homónima junto al cauce del barranco.
El barranco tiene sus nacientes en Las Nareas a 850
msnm., si bien su tributario el Barranco de la Morisca penetra más
hacia el centro de la isla y nace en Los Majaletes a 1.200 msnm.,
discurriendo en dirección Este para desaguar junto al Caserío Playa Ojos
de Garza, en El Callao.
Su cauce medio, a partir de La Pasadilla es el territorio protegido del Monumento Natural del Barranco del Draguillo (C-33 Decreto 18/2003, de 10 de febrero, Gobierno de Canarias), que conforma una definida unidad geomorfológica con «conos volcánicos alineados, paredes escarpadas y procesos erosivos evidentes que han ido encajonando el barranco con el paso del tiempo. En sus laderas se refugian muestras de ecosistemas naturales y flora autóctona, con abundantes endemismos canarios y macaronésicos».
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