Nutrida participación en la ruta por el Arbolado Urbano de Telde

Con la participación de expertos en la materia, como Eduardo Fránquiz especialista en la palmera canaria y su conservación; Miguel Pérez, trabajador del sector especializado en arbolado urbano y el historiador José Ángel Rodríguez Fleitas. Todos ellos aportaron sus conocimientos sobre el arbolado urbano de Telde.

Acompañaron esta ruta los concejales Álvaro Monzón y César Santana en esta mañana de domingo.

Destacar, también, la participación de vecinos y vecinas de los entornos de San Juan y San Francisco que con sus vivencias y experiencias fueron aportando conocimiento y enriqueciendo la caminata.

Un recorrido de 4 kilómetros que duró aproximadamente unas cuatro horas. La ruta finalizó en la Casa Verde, conociendo el aguacatero gigante, un ejemplar que acaba de ser declarado “singular” por el Pleno Municipal, en el recién aprobado primer catálogo de árboles singulares del municipio.

La importancia de los árboles en la ciudad

Los árboles, los espacios verdes urbanos, los ejemplares singulares, mejoran el medio ambiente, ennobleciendo nuestras ciudades. Estos elementos vegetales constituyen un patrimonio arbóreo único que forma parte de la memoria y cultura de un pueblo y son precursores de la biodiversidad en las ciudades, lo que implica que sea de interés público su protección y conservación el preservarlos de cualquier atentado que desmejore su estado o supervivencia. Hay que señalar que tanto estos espacios arbolados como los ejemplares aislados son centros de atracción y de interés con una función educativa, cultural, social y económica. Por lo cuál la educación y concienciación medioambiental se convierten en una herramienta educativa fundamental en busca del respeto, la conservación y la sensibilización ciudadana.

Parque Arnao fue el punto de encuentro

El inicio del itinerario a pie fue en el parque de Arnao, lucha ecologista de finales de los años 80 y principios de los 90, donde existieron excelentes dragos singulares, así como, la idea primigenia del centro ambiental de recursos ecológicos de la Casa Verde. Se comprobó la influencia inglesa de plantar césped en los parques y lo costoso, desde el punto de vista hídrico y ambiental, así como, la creación de un paisaje artificial importado.

Desde esa zona se bajó al aguacatero junto al IES José Arencibia Gil, testigo privilegiado del Telde agrícola, junto al monumento a Hiroshima. Fue lugar para la descripción y reseña histórica de la construcción de la Avenida del Cabildo e inicio de la destrucción de la Vega platanera teldense. Con el recuerdo de la lucha estudiantil por la permanencia del aguacatero que a punto estuvo de sucumbir al trazado y las palas de la construcción de dicha vía, además de la implicación del recién creado Colectivo Ecologista Telle, hoy desaparecido. Corría el año 1982.

Se avanzó por la calle el Salvador, conociendo los conflictos generados con los árboles en las aceras, y reflexionando cómo afrontarlos, llegando al Rincón de Sventenius y los tulíperos del Gabón, en la zona de La Mareta.

En la calle El Roque se explicó el origen volcánico de este nombre, así como se vio la fachada oeste de la antigua finca de Arnao, con una placa, jardines y árbol monumental, pino de oro junto a un ficus.

La protección y conservación de los suelos fue tema recurrente por su relación con la salud y supervivencia de los árboles en la ciudad; también la palmera canaria y las plagas que les atacan se vieron como un tema a tratar con una visión más integral y con nuevos criterios. Un análisis que fue expuesto es la necesidad de una mayor presencia de nuestra flora canaria por su capacidad de adaptación al medio y sus menores requerimientos en riegos.

En la zona histórica de San Francisco se vio el ciprés singularizado y el árbol bonito de San Francisco. Se continuó hasta la plaza de la Ermita de San Pedro Martín, donde se contemplan los ejemplares de Palmeras del Bailadero, también en el catálogo de árboles singulares, así como la palmera más alta de Telde, con 32 metros de alto. En la plaza de San Francisco se dedicó un testimonio a los dragos y se habló del de la Latonería del Diablo, trasladado a este lugar y que terminó por sucumbir por la acción insensible de un vecino. Otro drago que ya no se encuentra entre nosotros es el de la casa de los Arocha, un ejemplar centenario desaparecido en el San Juan patrimonial.

Finalizó la ruta en la Casa Verde municipal de la zona de Cendro conociendo el aguacatero más grande del municipio, singularizado por el Cabildo y el Ayuntamiento mediante sus catálogos de protección, y con una degustación de sandías y melones de producción local aportada por Alborinco y que animó a los asistentes a la compra de dichos productos cultivados en el municipio.

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